A veces tienes que escribir y lo sabes, pero los temas no surgen. Otras veces, en cambio, echas un vistazo a tu alrededor y los temas salen solos. Te das cuenta de que estás rodeado de temas sobre los que es necesario escribir, reflexionar y a veces dar un soberano puñetazo sobre la mesa.
Ayer al acabar la clase, mientras me ponía el calzado (recordad que una de las restricciones de esta pandemia es no poder usar los vestuarios) un alumno, adolescente ya crecidito, que llevará poco más de un mes asistiendo a clases de esto que llamamos “Taekwondo”, le pregunta al Maestro “¿Cuándo es el examen?”. Una pregunta, que desde que regresé a esto del Taekwondo, no paro de escuchar. La hacen como si nada, como si fuese lo más normal del mundo. Generalmente, siempre la realizan los menos indicados.
En este caso, un chico, que lleva el tiempo que he mencionado, realiza esa pregunta. Y encima en pandemia. Es decir, con confinamientos, con onlines (que están bien para salvar el momento, pero todavía hay muchísimas carencias técnicas por parte de todos), con clases en la calle, a veces sin clase, etc. Vamos, que ese tiempo que pueda llevar una persona no es realmente el tiempo que debiera llevar a efectos reales.
Lo que me inquieta de todo esto es, ¿a qué vienen tantas prisas? ¿A caso se creen que cambiar el cinturón los hará parecer mejores? ¿Tienen complejo de inferioridad? ¿Dónde quedó aquello de aprende y aprende y apréndelo bien?
Y me pregunto, si a esta gente, el primer día cuando entran por la puerta, su Maestro le dice “toma, ponte este cinturón azul. Ya eres azul.” ¿Se lo pondrían en lugar del blanco sabiendo lo que eso significa?
Gente que apenas sabe nada y que son conscientes de ello. Saben cuáles son los tiempos mínimos, saben que no es una situación normal, saben que encima están más verdes que la lechuga recién cosechada. Lo saben, pero con dos huevos (y perdonad el lenguaje) te preguntan “Maestro, ¿Cuándo hay examen?”
Y yo me pregunto: “¿Pero qué es lo que estamos haciendo mal en las artes marciales nobles como para que se suceda ininterrumpidamente siempre la misma pregunta?”
Mirad, yo retomé el Taekwondo hace unos años después de muchos años apartado. A efectos legales, podría haber entrado en clase con un cinturón azul o marrón. Pero ¿Sabéis qué? No lo hice. Cuando entré de nuevo lo hice con un cinturón blanco en mi cintura y no porque me lo dijese mi Maestro. Progresivamente y a medida que iba mejorando, me iba actualizando el cinturón. Mi cabeza todavía retenía todos los conocimientos. Mi cuerpo no. Tenía que poner al día mi cuerpo. Entré de nuevo con un cinturón blanco ¿Sabéis porque? Porque tengo un mínimo de respeto por mí mismo y por el resto de mis compañeros. Algo que veo que no sucede mucho hoy en día.
Tal como veo la sociedad, pocos son capaces de hacer lo que yo hice. Y no es por tirarme flores. Es que es la verdad. De mí alrededor, de gente cercana a mí creo que no conozco a nadie dispuesto a hacer eso. Es lo que veo. Lo siento si a alguien le duele, pero si le duele tal vez se deba a algo y lo sabe.
¿Dónde queda la humildad? ¿Dónde queda la forja artesanal de personas y carácteres? Si alguien no se examina en el plazo indicado porque no está todavía preparado, ¿Se acaba el mundo? ¿Se muere un gatito en algún recondito lugar del planeta?
Y volviendo a mi pasado, no recuerdo que en aquellos tiempos se preguntase mucho esto de “Maestro, ¿Cuándo hay examen?”
Mirad si se debía preguntar poco que de cuando comencé en 1985 hasta 1992 estaba a punto de examinarme para cinturón rojo (marrón).
La cuestión es que hay gente que está dispuesta a humillarse y a hacer las cosas deficientemente, pero mientras les den el nuevo cinturón todo bien. Fantástico. Ya está. Objetivo conseguido. Ya «soy» cinturón «el color que sea».
Ayer antes de irme para casa le pregunte a mi maestro, después de que contestará a ese chico, “¿y yo? ¿ya me puedo examinar pronto para cuarto dan?”
Algo estamos haciendo mal. Todos. La sociedad. No sé exactamente que es, pero debemos averiguarlo y reconducirlo. Así no estamos creando artistas marciales. Estamos creando Ficciones Marciales.
Mientras lo averiguamos, repetid todos conmigo:
«Maestro, ¿Cuándo hay examen?»
©2021 Kilian Ballespí Escarp. Todos los derechos reservados
miguel angel ferres dice:
¡Buenas noches hermano! leí detenidamente este artículo y en verdad que me gusto mucho! No me voy a comparar contigo púes como decimos aquí en venezuela:»somos parecidos pero nunca iguales»..ésta es mi humilde opinión: soy cinturón negro en taekwondo WTF(ya me retiré)…,apesar de que nunca competí púes no era mi estilo,fui entrenador…,quise practicarlo por su variedad en patadas…llegué a ese cinturón porque creí que me lo merecia despúes de tanto entrenar(unos 10-12 años)pero nunca estuve de acuerdo con esos cambios de cinturónes»apurados»,por eso en ese aspecto y en varios otros,te doy toda la razón! Niños y jóvenes con apenas 1-2 meses,pidiendo examen sin siquiera tener el conocimiento suficiente para realizar una técnica que merezca ese cinturón….pero sabe que me dí cuenta el»por qué» ese»apuro»de cambiar? para poder participar en eventos,aquí así lo exigen…Donde practiqué por primera vez,el sabomnim exigia que fuera como minimo,5 meses para lo básico y así aspirar el cinturón amarillo,ahora veo como lo hacen cada 2 meses como máximo entre un cambio y otro….el combate de TKDO era muy bonito en años anteriores(2000 para abajo)pero con la aparición de»nuevas técnicas»,distorsionaron el verdadero significado del taekwondo….Y ojalá que el maestro Jeong In-Choul,logre recuperar lo bueno de este estilo de lucha que como deporte,le han quitado la esencia de lo que más gusta,poder utilizar todo ese arsenal técnico en combate real…Bueno,creo que ya dí mi punto de vista! espero me perdonen si en algo ofendo pero fue lo que vi durante el tiempo que estuve compartiendo con todos mis alumnos,profesores y todo el público amantes de este estilo de combate….¡Será hasta una nueva oportunidad!
Kilian Ballespí Escarp dice:
Muchas gracias por leernos maestro. Y por compartirnos sus vivencias.