En mi pueblo, y en la mayoría de los pueblos de España vamos, se estila esa pregunta que te hace habitualmente la gente mayor de “Y tú, ¿de qué casa eres?”. Más allá del apellido, los que somos de un pueblo por el transcurso de varias generaciones se nos suele dar un nombre o un mote a nivel de casa o familia y que indica, por decirlo de alguna manera, tu linaje.
Y me tomo la libertad de modificar esa pregunta y de preguntar “Y vosotros, ¿de qué kwan sois?“
Compartía ayer noche, antes de acostarme, en mi muro personal de Facebook la siguiente pregunta con aires de reflexión:
¿De qué sirve pertenecer a un kwan si uno sigue haciendo únicamente lo de siempre y seguir la corriente mainstream? ¿Para coleccionar papeles con los que empapelar la pared o para qué?
Y aquí estamos.
Los kwanes, para los que no lo sepan y al menos en este caso, son las antiguas escuelas fundadoras del Taekwondo y que más tarde se unificaron bajo el paraguas de Kukkiwon (¡Ojo! «Kwan» significa “escuela” y también las hay de Hapkido y otras artes marciales coreanas. No es un término exclusivo del Taekwondo. Era necesario aclararlo antes de continuar.).
De hecho se estima que entre 1945 y 1960 surgieron en torno a unos 40 kwanes de Taekwondo en Corea del Sur. Aunque los menores, los menos importantes, acabaron siendo absorbidos por los más grandes e importantes.
¿Qué significaba pertenecer a un kwan? Pues significaba pertenecer a un linaje en concreto, trabajar unas determinadas técnicas (a veces propias y exclusivas de un solo kwan), de unas determinadas maneras, con unas determinadas formas (de nuevo a veces exclusivas de un solo kwan), con una nomenclatura propia, con unos protocolos propios, unos certificados propios, etc.
En definidas cuentas, estamos hablando de singularidad y de variedad.
Al unificarse estas escuelas bajo el amparo de Kukkiwon, casi todo esto desaparece. Al unificar se crea un sistema único que va desde el uniforme hasta los certificados, pasando por las técnicas, nomenclaturas, formas y todo lo demás. Por lo tanto, hay una serie de elementos y variantes que se excluyen y se eliminan.
Con la unificación, los kwanes desaparecieron… pero no desaparecieron. A ver como lo explico. Siguieron funcionando pero más bien como una especie de club social o de fraternidad a lo universidad norte americana. Siguieron expidiendo certificados pero eran a modo honorífico. Y poca cosa más.
Pero en los últimos años estos kwanes han visto una especie de resurgir o de renacer y han comenzado a realizar eventos anuales, sus propios campeonatos y diferentes actividades. Siempre, eso si, con la aprobación de Kukkiwon y siguiendo la dirección técnica que marca esta entidad.
Con este panorama sobre la mesa, os hago una nueva pregunta: «¿y para qué quieres pertenecer a un kwan? ¿Con que finalidad?»
Y digo esto porque somos muchos los que pertenecemos hoy en día a un kwan, además de seguir las directrices de nuestra federación nacional y de Kukkiwon. En mi caso a Ohdokwan o a la World Taekwondo Ohdokwan.
Hay mucha gente que se saca certificados de kwan. Incluso muchos que trabajan exclusivamente solo con el kwan, pero luego los observas y los sigues y ves que hacen lo mismo que todos, lo que sería el Taekwondo mainstream, por llamarlo de alguna manera y lo viven desde un criterio de enfoque en la competición.
Y digo yo, si vas a pertenecer a un kwan, ¿no sería mejor hacerlo para trabajar cosas diferentes que no se trabajan en las otras líneas de Taekwondo?
¿No sería mejor rebuscar, investigar un poquito y trabajar las técnicas, métodos, formas originales de ese kwan?
¿No sería mejor mantener vivo ese legado? Porque es así. Es un legado marcial, pero además cultural.
Porque si lo único que queremos del kwan es otro nuevo papelito para empapelar la pared, en mi opinión lo que estamos haciendo, es indicar lo inútil de ese papelito y la poca validez que tiene.
No sé amigos y amigas, pero sigo tres líneas de trabajo y disfruto como un camello con cada una de ellas:
- La de mi federación nacional
- La de Kukkiwon
- Y la de mi Kwan
En la línea del kwan busco hacer todo aquello que no hago en las otras: intento averiguar la historia del kwan, recupero y practico técnicas que no están en los programas oficiales actuales, recupero y practico las formas originarias de mi kwan, etc.
Y si, sigo igualmente las otras líneas, porque disfruto de todo el conjunto del Taekwondo… la lastima es que me falta tiempo.
Entonces, creo yo, que si vamos a pertenecer a un kwan o vamos a afiliarnos a un kwan, que no sea solo porque nos dan otro papelito. Que sea con una motivación y con un objetivo a ampliar conocimientos y a realizar una labor de recuperación de un patrimonio cultural e histórico, tanto tangible con intangible, que ayudo a configurar lo que es el Taekwondo hoy en día.
¿Taekwondo Tradicional? Prefiero hablar de Taekwondo Integral.
Y tú ¿de qué kwan eres?
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